No te preocupes, se feliz.
Introducción
Yo pienso, pienso y pienso. Pero no se me ocurre de que escribir. Pregunté por ahí sobre que querían que escribiese 'historias de amor' decían, 'Justin Bieber' me pedían y 'One Directon' me recomendaban. Ninguna idea me gustaba. Todas ellas estaban cogidas y tampoco me apetecía escribirlas. Luego pedí consejo por ahí, ya tenia una idea que se mantenía, pero no me convencían. He cambiado de tema justo en el ultimo momento. Así que si no hos gusta no lo leáis.
Una vez más Sara estaba tirada en la cama, sin ánimo y sin ganas. Solo podía oír a lo lejos los gritos de su padre. El alcohólico, así lo llamaban. El maltratador, susurraban cuando lo veían.
Sara no piensa eso, ella piensa que es un incomprendido al igual que ella. El ha sufrido, mucho además.
Sara también ha sufrido. Su padre lo pagaba con ella y con su madre. Ellas pagaban el mal que hicieron otras personas, ellas pagaban los abusos e insultos que sufrió su padre.
Los gritos cesaron. Se habrá dormido piensa Sara. Gracias a dios.
Arrastrando los pies, despacio, como siempre fue a la habitación de su madre. Ella se escondía en esa habitación cada vez que se montan esos escándalos en casa.
- Mamá ¿estas ahi?- preguntó Sara con voz ronca.
Una mujer hermosa, pelo castaño y ojos color miel como los de su hija, se revolvió en la cama.
- Mamá, no finjas dormir - dijo Sara con pena en la voz- se que has estado llorando.
- Ya no puedo más- se derrumbó.- no se que hacer. El es un buen hombre. No lo puede controlar.
- Mamá, me he informado, si lo den...
- Jamás lo denunciaré- la interrumpió.
Eso ocurrió hace ya dos meses, el padre de Sara ha sido ingresado. Ya no sufre tanto como antes. Sigue pasándolo mal.
Poco a poco olvida. Pero dieciocho años son mucho que olvidar.
De momento se intenta volcar en sus estudios. Puede que algunos se tomen a risa bellas artes. Pero la opinión de Sara es muy diferente; para ella bellas artes es complicada. El dibujo tecnico y la historia del arte no es algo que haya que tomarse a risa.
Hoy, como todos los sabados su padre las llama para contarles todo lo que las echa menos, todo lo que las quiere y todo lo que está haciendo para cambiar. Gracias a cuatro palabreas en Inglés nunca perdió la fé. Don't worry, be happy
